Tendencias decorativas de ayer y hoy (2ª parte)

[caption id="attachment_114316" align="alignnone" width="510"] Molduras del techo del despacho del Marqués de Cerralbo.[/caption]

Hace unos días os invitamos a hacer un ejercicio estilístico, comparando las tendencias decorativas de ayer y de hoy, con imágenes del Palacio Museo Cerralbo y de Casa Decor. Para concluir con nuestro experimento decorativo, en esta ocasión hemos elegido imágenes de las firmas de alta decoración contemporánea –Boca do Lobo, Delightfull y Sicis–, a las que hemos pareado objetos decorativos del Museo Cerralbo que creemos podrían coexistir en estos ambientes actuales y que bien podrían formar parte de la casa del Marqués de Cerralbo si viviera en la actualidad. Y es que... ¡no hemos cambiado tanto!

[caption id="attachment_114301" align="alignnone" width="510"] Ambiente protagonizado por la lámpara Matheny, de la firma Delightfull, realizada en bronce con cinco espectaculares aros en suspensión. Longe Chair de Charles y Ray Eames, en cuero negro y madera de palisandro, al igual que el mueble bajo.[/caption]

[caption id="attachment_114302" align="alignnone" width="510"] Museo Cerralbo. Figuras de tamaño natural, realizadas en bronce y de rasgos amerindios, que sostienen en sus brazos una luminaria en forma de candelabro. S. XIX.[/caption]

Eclecticismo refinado

Dentro de esta ambientación refinada y contemporánea, con la espléndida lámpara de bronce, de Delightfull, presidiendo la decoración, no nos cabe duda de que podría encajar con toda naturalidad esta pareja de figuras de bronce, con rasgos amerindios, que sostienen una luminaria. Una propuesta ecléctica muy avant garde, en donde conviven a la perfección elementos tan variopintos como la Lounge Chair de Eames (todo un clásico del diseño del siglo XX), un aparador de palisandro, obras de arte abstracto, molduras clásicas de escayolas e, incluso, el taburete verde Plopp de Oskar Zieta para Hay.

[caption id="attachment_114308" align="alignnone" width="510"] Mosaicos de vidrio de la colección Ikebana, de la firma Sicis, y mobiliario de su serie Sicis Home[/caption]

[caption id="" align="alignnone" width="510"] Museo Cerralbo. Lámpara de cristal soplado de Murano, del siglo XIX, compuesta por 752 piezas de cristal coloreado y opaco. Los centros de flores están compuestos de narcisos y tulipanes de pasta vítrea policromada.[/caption]

El nuevo rococó

Si pudiéramos cambiar algo de la imagen del comedor de Sicis, sería la lámpara de araña que cuelga sobre la mesa, y en su lugar pondríamos la que encontramos en el Museo Cerralbo, también de Murano, pero de cristal coloreado y, sin duda, más rica en su ornamentación. Ya puestos en excesos, mejor que todo vaya combinado en colorido con el mural de mosaicos de cristal.

[caption id="attachment_114298" align="alignnone" width="510"] Banco con respaldo Anaconda, un diseño en terciopelo multicolor de Carla Tolomeo para Sicis.[/caption]

[caption id="attachment_114303" align="alignnone" width="510"] Museo Cerralbo. Armadura japonesa del periodo Edo (s.XVII), realizada en hierro, cobre, laca y textiles. Se encuentra en la Sala Árabe, que albergaba exóticas piezas procedentes de China, Japón, Filipinas, Marruecos, Turquí o Nueva Zelanda.[/caption]

Exotismo y extravagancia

El Palacio del Marqués de Cerralbo también contó con su Sala Árabe, también llamada Gabinete Oriental o Sala Turca, muy de moda en la Europa del XIX, donde los caballeros solían reunirse a fumar tabaco. Las paredes se forraban de kílims, para evocar las jaimas del desierto. También tenían cabida curiosidades y objetos de colección, como armas y armaduras, instrumentos musicales o animales disecados. El exotismo y el orientalismo fue una herencia del Romanticismo que transcendió con fuerza en la decoración. Por ello, hemos creído que el banco Anaconda de Sicis hubiera sido muy del gusto del señor Marqués, y una de las exquisitas piezas de su gabinete donde, sin duda, se sentaría a fumar.

[caption id="attachment_114304" align="alignnone" width="510"] Aparador en laca negra Mondrian y espejo circular con satélites, en dorado, de la firma Boca do Lobo.[/caption]

[caption id="attachment_114297" align="alignnone" width="510"] Cama de madera ebonizada, del s. XIX, de tradición barroca, con cabecero y piecero de barrotes torneados, rematados en pináculos. Probablemente de Mallorca o Cataluña, se adquirió recientemente para completar el dormitorio del señor Marqués de Cerralbo.[/caption]

Lujo y sobriedad

Aunque sean dos conceptos aparentemente antagónicos, en la alta decoración encontramos claros ejemplos de esta dualidad complementaria, apoyada con frecuencia en el maridaje del negro y el dorado. El dormitorio del Marqués era sobrio pero contaba con piezas regias que lo hacían confortable y lujoso. Por eso no nos hubiera extrañado encontrar un rincón con la cómoda Mondrián, de laca negra y múltiples cajones, junto con el espectacular espejo dorado Apolo, de Boca do Lobo.

[caption id="attachment_114312" align="alignnone" width="510"] Dormitorio decorado con diferentes piezas de mobiliario de la firma Boca do Lobo.[/caption]

[caption id="attachment_114310" align="alignnone" width="510"] Museo Cerralbo. Mueble de lavado con encimera de mármol en cuyo interior se oculta el depósito donde se cargaba el agua. Encima, objetos y recuerdos traídos de Venecia.[/caption]

El dormitorio del marqués hoy

Según nuestra premisa anterior, éste podría ser el dormitorio actual del señor Marqués. Una revisión moderna del "lujo y sobriedad" del siglo XXI, en colores oscuros –gris, negro y berenjena–, con toques dorados, piezas clásicas salpicadas por algún diseño del siglo XX. En este dormitorio contemporáneo tendría perfecta cabida el majestuoso mueble de lavabo del Museo Cerralbo.

[caption id="attachment_114306" align="alignnone" width="510"] Butacas Tenderly en terciopelo azul, de Carla Tolomeo para Sicis. Detrás, mural floral realizado con mosaicos de cristal de Sicis.[/caption]

[caption id="attachment_114300" align="alignnone" width="510"] Museo Cerralbo. Espejo veneciano de cristal tallado, del s. XIX, con remate de medio punto y crestería, decorado con aplicación de flores polícromas de cristal, guirnaldas y dos amorcillos esmerilados.[/caption]

Pasión por lo floral

La decoración nunca se ha podido resistir a los motivos florales, que ha incorporado con fervor en cualquier objeto, sea cual sea. Sobre todo en esa decoración de lujo, bucólica y ensoñadora, donde la flor representa el súmmun estético de belleza y delicadeza. Por eso nos ha parecido que el ambiente de Sicis necesita un último complemento para que lo floral alcance su máxima expresión: el grandioso espejo veneciano adornado de flores. ¿Demasiado excesivo? Al Marqués le hubiera pirrado.

[caption id="" align="alignnone" width="510"] Mesa de comedor Royal, de Boca do lobo, de madera tallada con un lacado de alto brillo en negro y con un tablero de mosaico con barniz brillante.[/caption]

[caption id="attachment_114313" align="alignnone" width="510"] Comedor de gala del Museo Cerralbo, con una espléndida mesa de caoba y nogal. En sus paredes, variada muestra de pintura naturalista europea de los siglo XVII y XVIII.[/caption]

La mesa de comedor o la pieza magistral

Las grandes mesas de comedor, signo de distinción, opulencia y clase social, surgieron en Inglaterra a finales del siglo XVIII, pero esta moda no llegó a España hasta mediados del XIX. Fueron los palacios aristocráticos los primeros que incluyeron estas grandes mesas en habitaciones creadas ex profeso, para celebrar cenas de gala y reuniones de relevancia. En la mesa del señor Marqués se sentaron distinguidos políticos, literatos y personalidades de la sociedad española del sigo XIX. Hoy, probablemente sería muy difícil encontrar (y tener en casa) una espléndida mesa de caoba para 20 comensales, así que proponemos la mesa Royal, de Boca do Lobo, un poco más ajustada a las dimensiones actuales pero igualmente ilustre.

[caption id="attachment_114320" align="alignnone" width="510"] Figura del Buen Pastor, en marfil y laca policromada, del siglo XVII y de procedencia luso-india.[/caption]

Y hasta aquí nuestro ejercicio estilístico que ha intentado demostrar que, a pesar de los 125 años que separan la decoración del Palacio de Cerralbo de los ambientes actuales, y sobre todo, del cambio radical del gusto de la sociedad moderna, aún hay muchos cánones estéticos que perduran en nuestra época, en nuestro gusto en en nuestras casas. Y es que la buena decoración no pasa de moda. Fotos: Decoratrix, Boca do Lobo, Delightfull y Sicis.