Decoratrix

Pared decorada con contraventanas recicladas

Publicado en Manualidades - Bricolaje por Carmen Menesteo

Este original comedor tiene historia. Será la próxima portada de la revista Country Living en su edición norteamericana. Sus propietarios, Laura y Dan Durrer, remodelaron completamente el comedor de su casa con esta ingeniosa idea, que les costó menos de 100 euros. Laura fotografió paso a paso la instalación y lo escribió en su blog Olive and Love, una página muy recomendable en la que Laura cuenta desde las pequeñas manualidades hasta reformas más importantes que va haciendo en su casa, que ha convertido en un improvisado plató de decoración. En Country Living vieron el resultado, y sin dudarlo se prestaron a fotografiarlo para la portada de abril 2012.

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Laura cuenta que el reto más importante fue conseguir las 30 piezas de contraventanas, que fue comprando en diferentes lugares de derribo en la zona donde vive (Reno, Nevada) o por Internet, y que ninguna le costara más 5 dólares. ¡Y lo consiguió! La pared que tenía que cubrir medía 5,4 m de ancho por x 3 m de alto.

Lo primero fue limpiar bien las contraventanas, quitarles los herrajes y lijarlas. Después, Laura y Dan colocaron todas las piezas en el suelo, hasta cuadrarlas como un puzzle y recortar aquellas partes sobrantes. Una vez conseguida la composición, Laura numeró cada pieza y las fue pintando una a una, colocándolas nuevamente en el suelo, de forma que también las tonalidades quedaran perfectamente encajadas. Para conseguir el acabado antiguo, les dio una pátina de ébano envejecido una vez estaban secas.

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Para fijar las contraventanas a la pared, Dan colocó siete listelos de lado a lado, donde irían atornilladas las contraventanas. Dan utilizó un detector de metales para no atornillar encima de los clavos de la estructura de la contraventana (esto es ya de nota). Finalmente, colocaron las piezas, aunque hubo que hacer algunos ajustes sobre la marcha, cortar trozos sobrantes que no encajaban o rellenar con pequeñas piezas algunos huecos. Desde luego, el resultado no puede ser más existoso, y no me extraña que Laura y Dan estén orgullosos de su obra. ¡Tienen un comedor de portada de revista! ¡Enhorabuena a estos auténticos decoratrixes!