Decoración nórdica con detalles y complementos en vivos colores
La decoración nórdica suele representar espacios luminosos, limpios y ordenados, ambientes llenos de vida, en los cuales un fondo blanco combinado con detalles y complementos en vivos colores consigue interiores atractivos y energéticos. No hay duda de que el estilo nórdico es una propuesta decorativa perfecta para personas alegres y extrovertidas, sin miedo a las grandes dosis de color.
Para conseguir ambientes desenfadados, vistosos y modernos, lo ideal es seguir las líneas principales de la decoración nórdica y añadir toques de color por todas partes. Suelos de madera, paredes y los muebles en el blanco más impoluto y un sinfín de objetos, textiles y detalles decorativos para dar un poco de vida y color al espacio con tonos llamativos que destaquen del fondo principal.
Este estilo decorativo es una opción ideal para apartamentos juveniles porque permite decorar a unos precios muy económicos. Lo ideal, con permiso de nuestro bolsillo, es alternar mobiliario de firmas de diseño con piezas asequibles. En esta casa sueca, los asientos que forman la zona de estar, la mesa del comedor y los textiles, que bien podrían ser de Ikea, se combinaron con muebles y complementos algo más exclusivos, como las sillas Eames Plastic, de Vitra, la trona Tripp Trapp de Stokke y el sillón Wassily del prestigioso diseñador Marcel Breuer.
Funcional y depurada, la cocina se decoró en blanco (no podía ser de otra manera tratándose de una casa nórdica). Los armarios se combinaron con una encimera de Silestone en negro que pone el contrapunto cromático. Una isla central separa la cocina propiemente dicha de la zona de comedor del salón. El suelo de madera, con un acabado natural, aporta la nota de calidez. Una sugerencia: debido a los cuidados que requiere este material, también se puede optar por la cerámica que imite su textura y sus colores.
Me gustan estas zonas de trabajo: la primera, en blanco con pinceladas de color rojo, y la segunda, algo más multicolor. Eso sí, en ambas está todo muy ordenadito, gracias a estanterías, archivadores, cestos y cajas de todos los tamaños.
El dormitorio bien podría servir para ilustrar el catálogo de Ikea, embajadora del diseño nórdico por excelencia. ¿No crees? La cama Svelvik, pintada en azul, y textiles en los colores y estampados característicos de la firma sueca.
Y por último, el cuarto de baño, donde se apostó por el contraste de los muebles blancos con pavimentos y revestimientos en negro, una mezcla que ofrece buen gusto, equilibrio, elegancia y sobriedad. Para quitarle seriedad, aquí tampoco se olvidaron de los complementos y textiles en colores vibrantes. Fotografías: Hus & Hem.
