De la cuna a la cama: cómo elegir el mejor colchón infantil

Las habitaciones de los niños van cambiando a medida que van creciendo y es importante que sepamos adaptarlas a las necesidades que tienen a cada edad. Para equipar su habitación con éxito no solo hay que tener en cuenta la comodidad y funcionalidad del espacio, también hay que considerar ciertos criterios que les asegure un descanso reparador en esta etapa tan crucial de su vida.

Aquí entran en escena los colchones infantiles que, sin duda, se van a convertir en elementos clave para lograr que los niños tengan el mejor descanso nocturno posible.

Obviamente, el colchón no será el mismo cuando es un bebé que cuando tiene dos años o está llegando a la adolescencia, se necesita un colchón de calidad, adecuado a su edad y a su etapa de desarrollo. Para que eso sea posible, a la hora de elegirlo hay varios aspectos que deberás considerar. Hoy en Decoratrix, te apuntamos algunos aspectos importantes a tener en cuenta, que pueden servirte de ayuda para que puedas elegir el que mejor se adapte a las necesidades de tu hijo.

Su primer colchón debe ser seguro

Desde que el bebé nace hasta que cumple dos o tres años, duerme generalmente en su cuna. Son muchas las horas que pasa descansando en ella, por lo que ésta debe garantizarle un entorno seguro y confortable. En este caso, es imprescindible que el colchón sea firme y cómodo, nunca blando.

Los bebés tienen una movilidad muy limitada, por eso un colchón con la firmeza adecuada previene el riesgo de axfisia. Asi mismo, debe estar fabricado preferiblemente con materiales transpirables e hipoelergénicos, para evitar posibles alergias, la proliferación de bacterias y ácaros de polvo, sin necesidad de convatirlos con productos químicos.

Dejamos la cuna atrás

¡Pero qué rápido ha crecido! Hace tan solo unos meses aún dormía en su cuna y ahora ya no cabe en ella. Eso significa que ya ha cumplido los 2 o 3 años, ha llegado la hora de dormir en una cama de verdad y hacerlo sobre un colchón que se adecúe perfectamente a su peso, talla y edad. Además de tener en cuenta las medidas de la cama, es importante encontrar el colchón ideal que le servirá, por regla general, hasta los 8 años de edad aproximadamente.

Debe ser confortable y de firmeza alta para que la postura de la espalda del niño sea la adecuada y no sufra malformaciones durante su larga etapa de crecimiento.

También ha de contar con la máxima transpiración, un factor fundamental teniendo en cuenta que los niños sudan mucho por la noche, y que incluso, alguno de ellos moja la cama. Por eso, tendrás que elegir un colchón transpirable con estructura micro celular que renueve el aire de forma constante, además de evitar la condensación y absorber la humedad, le proporcionará fresco en verano y calorcito en invierno.

En cuanto al tamaño, las dimensiones variarán en función del peso, altura y edad que tenga tu hijo. También, tendrás que tener en cuenta el grosor. Debido a su menor peso, no hace falta que sea tan grueso como el utilizado por un adulto (entre 12 y 18 cm será suficiente).

Materiales innovadores

Tenemos a nuestra disposición diferentes tipos de colchones: de muelles, con muelles ensacados, viscoelásticos o de látex. Cada tipo ofrece diferentes grados de firmeza y adaptabilidad.

Material visco-gel. Los colchones que pertenecen a la familia viscoelástica resultan perfectos porque son ergonómicos y de acogida agradable. Pueden ser la alternativa perfecta, ya que logran adaptarse al cuerpo y necesidades anatómicas del niño, ofreciendo una superficie de apoyo muy cómoda.

Alta durabilidad. Si quieres que el colchón de tu hijo aguante muchos años, sería conveniente adquirir uno con núcleo HR de larga duración y alta capacidad de resistencia para que así, no se deforme a la primera de cambio.

Mantener el colchón en buen estado

Una vez elegido el colchón infantil más adecuado, no te olvides de colocar una funda lavable que lo proteja. Con los niños es prácticamente imposible que no se produzcan manchas, por lo que es necesario que optes por una funda de calidad. Debe ser impermeable y, además, transpirable.

Este complemento de cama no solo facilita las labores de limpieza, sino que también evita que el colchón se ensucie o manche en poco tiempo.

Un colchón para mucho tiempo

Ya hemos visto la importancia que un buen colchón tiene tanto en el descanso como en el desarrollo y en el crecimiento de nuestros hijos. Elegir un buen colchón para ellos no es solo cuidar de su sueño, sino también de su salud, durante unos años tan trascendentes. Por eso también es importante que cuides el colchón de tu hijo igual que lo haces con el tuyo.

Dale la vuelta con frecuencia. Todos los colchones tienen que girarse al menos dos veces al año para aumentar la sensación de frescor en verano y de calidez en invierno. Además, los colchones recomendados para niños tienen que ser girados de pies a cabeza cada tres meses. De esta manera, podrás prevenir su desgaste.

Ventila la habitación y airea el colchón cada día. Otro de los trucos para mantener el colchón de tu hijo en buen estado es abrir la ventana por la mañana y dejar que las mantas y sábanas queden al descubierto durante media hora. Así conseguirás que el colchón se ventile bien antes de hacer la cama.ç

Fotos: SonnoMattress y Decoratrix