Cómo decorar con triángulos
Si quieres dar un aire más actual a la decoración de tu casa, hoy te sugerimos que utilices revestimientos o complementos estampados para decorar con triángulos. El triángulo es el polígono más simple, ya que sólo hacen falta tres puntos no alineados para componerlo. Al estar formado por diagonales aporta más dinamismo y tensión que el cuadrado o el rectángulo. Como recordarás, los triángulos se clasifican en equiláteros, isósceles, escalenos… y combinándolos se pueden formar otras figuras geométricas como rombos, hexágonos… Vía: Camille Hermand Architectures
Puedes crear infinitas disposiciones con estas formas, una sencilla trama formada por la repetición regular de elementos iguales te puede dar mucho juego. En este cabecero se ha utilizado un único color, pero se consiguen resultados muy atractivos combinando tonos de la misma gama, complementarios… Vía: Charles de Lisle
Más discreto pero igualmente interesante es el efecto que se produce diseminando al azar estas figuras en una superficie. En este caso, el reducido tamaño de los triángulos que decoran la pared y el cojín encaja a la perfección con la delicada atmósfera de este dormitorio infantil. Vía: Olli+Lime
La operación contraria, jugar con elementos enormes, te puede ayudar a crear una mayor sensación de profundidad o perspectiva en una estancia de pequeñas dimensiones. Via: Young Folk
Además de composiciones planas, los triángulos te permiten también crear formas con un carácter más volumétrico, como en este dormitorio, en el que la escultórica cenefa que se ha dispuesto sobre la cama recuerda a los pliegues de las figuras realizadas en papel con la técnica del origami. Vía: Behruz Studio
Este efecto tridimensional puede ser más que una simple simulación, y lo puedes conseguir con piezas de mobiliario o complementos, cuya estructura esté realizada a partir de triángulos, como por ejemplo la elegante mesa de este recibidor. ¿Te han convencido estas propuestas? ¿Con cuál de ellas te quedas? Vía: Brett Mickan Interior Design