Cómo decorar un recibidor con la importancia que se merece

Como tarjeta de presentación de nuestra casa, el recibidor merece la misma atención y esmero en su decoración que el resto de estancias. Incluso más, ya que es habitual que se trate de espacios pequeños y poco luminosos. Por tanto, además del estilo decorativo que deseemos para esta zona de la vivienda, habrá que ingeniárselas para ganar luminosidad y amplitud visual. Dale a este espacio la importancia que se merece: será el primer ambiente que vean nuestros invitados y, ya se sabe lo que dicen, ¡la primera impresión es la que cuenta!

Plantéate como objetivo crear un espacio luminoso y acogedor, sin descuidar la funcionalidad. Apuesta por la sencillez. Procura dejar el ambiente lo más despejado posible (fuera obstáculos) y si vas a colocar algún mueble, que sea una pieza realmente necesaria, cuyas medidas, especialmente el fondo, estén proporcionadas con las dimensiones de tu recibidor para conseguir una zona de paso cómoda.

Una buena idea para conseguir que el espacio parezca más grande es colocar un espejo que, además, multiplicará la luz natural. En este caso, donde la escasez de metros no es un problema grave, la pared se decoró con una equilibrada composición de fotografías en blanco y negro, de igual tamaño e idénticas enmarcaciones (molduras de madera sin tallar para evitar que el ambiente quedara muy recargado).

¿Has pensado qué colores elegir para el recibidor? Además de estar en armonía con el resto de la casa, conviene optar por tonos neutros, blancos, grises o pastel para las paredes (son colores que, al reflejan la luz, aumentan la iluminación y la sensación de espacio) y contrastarlos con tonalidades intensas en los complementos. Y no olvides colocar alguna plantita o arreglo floral: darán un toque natural a la entrada de casa. Estilismo: Jo Carmichael. Fotos: Sam Mcadam-Cooper para Homelife.